UN PASEO OTOÑAL POR LA SIERRA DE LOS DOS RÍOS

Cuando muchos árboles ya se encuentran desnudos de sus hojas otoñales, los cajicos y otros quercus se empeñan en aguantar sus hojas durante los últimos y fríos días del otoño. Cuando el tiempo climatológico nos obsequia con esos días soleados y sin viento, calmos, buscar el camino soleado para resarcirnos de la fría y nebulosa mañana casi es una obligación, además de conveniente para alimentar nuestra vitamina D. Uno de esos lugares que siempre me han entusiasmado en cualquier época del año y, por supuesto en estos últimos días otoñales, es la Sierra de los Ríos, entre los Valles de Hecho y de Ansó. Tiene una buena representación de robles que lucen dorados cuando el sol les da de lleno. El camino entre ellos es muy agradable, y si además vas acompañado de un hijo, pues que más se puede pedir.... Uno intenta plasmar con las fotografías lo que siente en esos instantes al contemplar la belleza que hay delante de sus ojos, otra cosa es conseguirlo.... Por eso vuelvo una y otra vez....