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Nuevo viaje familiar a Lacuniacha

El pasado 8 de enero decidí ir con mis dos hijos  y mis dos nietos al Parque Faunístico Lacuniacha, con la esperanza de encontrarlo nevado y así tener un atractivo más para ver la fauna entre el blanco elemento. No fue así, quedaba algún corro de nieve en las zonas sombrías, y en los tramos del recorrido en los que se había helado había que andar con cuidado. Afortunadamente eran pocos, pero aún así mis nietos dieron con el trasero en el duro suelo.

Enseguida nos dividimos en dos grupos. Mi hijo Rafa con sus dos hijos cogieron la delantera y Israel y yo fuimos más despacio. Israel tiene un temblor esencial heredado de mi familia materna y acrecentado tras la operación de corazón de hace ya 14 años, y esto hace que su práctica fotográfica tenga que ser irremediablemente con trípode, lo que hace que la caminata se ralentice. Además, Israel ha adquirido el nuevo tele de Olympus 100-400 y tocaba probarlo, dejándole el 100-400 de Leica a su hermano. 

¿Acertamos al escoger el día? Por una parte si, porque hizo una mañana estupenda, soleada y sin viento. Por otra parte no tanto. Y esto es debido a que, tanto mis hijos como yo, lo que queríamos era fotografiar bien las distintas especies del Parque. Bueno, pues al ser sábado las familias aprovechan para llevar a sus hijos a ver los animales y, claro, como tengas la "fortuna" de que delante de ti vayan los niños gritando de entusiasmo, los animales tienden a huir de semejante algarabía. Y eso que había tablones pidiendo silencio. Pues nada, los padres no debían saber leer y no les decían nada a sus niños. 

A pesar de todo, disfrutamos de una estupenda y soleada mañana viendo las distintas especies de fauna que viven en el parque. Porque el lugar es ideal para ir con niños y que disfruten de la naturaleza observando todo lo que les rodea y que se olviden por unas horas de los móviles. Recomiendo echar la vista a los árboles de vez en cuando, porque vi ardilla y varios pajarillos interesantes. Y si vais con niños, por favor, decidles que tienen que ir observando en silencio o hablar bajito. El sitio merece visitarlo detenidamente y con respeto.